Frases de Gabriel José García Márquez:
El afán de querer olvidarte es mi mayor ímpetu para recordarte.
Las mujeres sólo se entregan al hombre de ánimo resuelto, porque les infunde la seguridad que tanto ansían para enfrentarse al mundo.
Puedes ser sólo una persona para el mundo, pero para una persona tú eres el mundo.
La sabiduría nos llega cuando yo no nos sirve de nada.
El afán de querer olvidarte es mi mayor ímpetu para recordarte.
Las mujeres sólo se entregan al hombre de ánimo resuelto, porque les infunde la seguridad que tanto ansían para enfrentarse al mundo.
Puedes ser sólo una persona para el mundo, pero para una persona tú eres el mundo.
La sabiduría nos llega cuando yo no nos sirve de nada.
Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe.
La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado.
El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno.
Hay que ser infiel, pero nunca desleal.
El día que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo.
El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad.
Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.
La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.
La edad no es la que uno tiene, sino la que uno siente.
Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estes trsite, porque nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa.
La edad no es la que uno tiene, sino la que uno siente.
Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estes trsite, porque nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa.
Lo único que me duele de morir, es que no sea de amor.
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