miércoles, 9 de marzo de 2011

Vincent Van Gogh

Hace ya 3 días que en los viajes del trabajo a la casa y viceversa, cierro los ojos y me encuentro dentro del cuadro La Siesta de Van Gogh.  No sé aún por qué esa sensación llegó a mí ni para qué.  Me veo durmiendo sobre el trigo y lo más curioso es que soy el hombre no la mujer.  Siento que ahí estoy realmente y que sueño que voy en una especie de vehículo desconocido para mí que me lleva a lugares diferentes, que no reconozco.  Me hace pensar en el cuento de Julio Cortázar "La noche boca arriba".  Siento el calor del sol en mi cuerpo y la paz absoluta que nos rodea.  Siento el olor del trigo y el aire está tibio.  El cansancio reconfortante de una jornada ardua de trabajo sin ni un segundo de descanso.  Me siento feliz, útil y en paz.  Luego abro los ojos y me enfrento a esta realidad laboral robótica y aburrida.

Vincent van Gogh murió a los 37 años, se pegó un tiro en el pecho un día en que paseaba por un jardín.  Fue un hombre intenso, triste y un pintor genial.  Su depresión lo llevó a internarse en varios hospitlaes y manicomios. El amor romántico le fue esquivo, pero el amor de su hermano Theo lo mantuvo en pie siempre.  Plasmó la naturaleza como ningún otro pudo ni ha podido hacerlo.  Hizo 900 pinturas y 1.600 dibujos.  Mirar cualquiera de sus pinturas para mí es como respirar profundo.  Su hermano fue la persona más importante en su vida; sin su ayuda ni su apoyo tal vez nunca hubiese sido el artista grandioso que fue.  Theo contrajo sífilis y después de la muerte de Vincent se internó en un hospital donde murió apenas 6 meses después que su hermano. 

Aquí dejo una pequeña "galería" para que la disfruten...en realidad quisiera soñar que estoy dentro de todas sus pinturas.


Campo de trigo con ciprés


Campo de trigo con sol al amanecer


La siesta

Lirios
Noche estrellada sobre el Ródano

 Melocotonero en flor

Campo de trigo y cuervos

La italiana

 Árboles de olivo

 Noche estrellada











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